La emisión de CO2 es un grave problema para el medioambiente al que nos enfrentamos hoy en día. El exceso de estas emisiones en la atmósfera propicia el efecto invernadero, lo que implica que la dispersión del calor en la atmósfera se reduce, produciendo un calentamiento de la superficie del planeta. Por este motivo se están derritiendo los polos y la naturaleza experimenta cambios importantes que afectarán de forma negativa a todos los seres vivos.
También es un problema en las grandes ciudades y en zonas industriales donde el aire se encuentra contaminado y no es saludable.
Entre los muchos proyectos, acciones y estrategias para paliar el problema de las emisiones de CO2, la migración al cloud público es una de las más interesantes. Utilizar servicios en la nube en lugar de servicios locales, hace que el consumo energético disminuya de forma considerable, consiguiendo que las emisiones de CO2 se reduzcan.
A continuación, hablaremos sobre la sostenibilidad del cloud y cómo reducir las emisiones de CO2 en una empresa apostando por los servicios en la nube.
Qué es Green IT
Se considera el uso de la computación en la nube como Green IT (tecnología verde), ya que se evita el uso de dispositivos locales para realizar tareas o gestionar información, reduciendo el consumo energético.
Según diversos estudios se puede determinar que las migraciones al cloud público pueden reducir las emisiones de CO2 en 59 millones de toneladas anuales, lo que equivale a retirar 22 millones de coches de la circulación.
La computación en la nube verde se centra en construir soluciones cloud de forma que reduzcan su impacto en el medio ambiente. Con el Green Computing las empresas se comprometen a implementar políticas y acciones con el objetivo de garantizar que sus tecnologías de la información dejen la mínima huella de carbono posible. Para lograrlo se realizan estudios y análisis para reducir el uso de ordenadores, servidores y sistemas informáticos locales, sustituyéndolos por servicios en la nube, o eliminando los que no son necesarios.
Cómo bajar las emisiones de CO2
Las emisiones de CO2 se reducen disminuyendo la necesidad de consumo energético, algo que los servicios en la nube consiguen al evitar que empresas y usuarios dispongan de grandes infraestructuras locales.
Algunas acciones que puede realizar una empresa para abrazar la Green IT son:
Apostar por el reciclaje
Se puede minimizar el consumo energético mediante la reutilización de dispositivos y elementos, adaptándolos a las nuevas necesidades, y no sustituyéndolos cuando no es realmente necesario (lo que supone crear desperdicios o residuos).
Adquirir dispositivos de bajo consumo
Es habitual que las empresas no tengan en cuenta el factor del consumo energético a la hora de comprar ordenadores, dispositivos móviles y otros elementos tecnológicos.
Situar como uno de los factores prioritarios en la decisión de compra, que los productos tecnológicos sean eficientes energéticamente, disminuirá el consumo de forma considerable.
Por ejemplo, los ordenadores de oficina son dispositivos que no necesitan de una gran potencia al trabajar con la mayoría de sus herramientas en la nube y los procesos ser ejecutados en el cloud. Adquirir ordenadores con microprocesadores de bajo consumo y fuentes de alimentación con eficiencia energética es la mejor alternativa.
Migrar a la nube verde
En la Green Cloud se persiguen también hacer un uso óptimo de los recursos enfocados a la disminución del consumo eléctrico, y para lograrlo, se basan en diversos aspectos clave para la informática ecológica:
1. Tiempo de vida del servicio
Prolongar el tiempo de vida de los servicios es fundamental para evitar cambios o migraciones de sistemas que puedan ocasionar un mayor consumo.
2. Eficiencia algorítmica
Disponer de un software bien optimizado permitirá realizar las distintas tareas de forma eficiente en mucho menos tiempo. Reducir estos tiempos supone un ahorro del tiempo de uso por lo que el consumo eléctrico también se verá reducido.
3. Asignación de recursos
Otro aspecto muy importante del Green Cloud es la asignación óptima de recursos, proporcionando siempre los recursos necesarios en cada momento, evitando así un consumo innecesario de energía.
4. Virtualización
Las tecnologías de virtualización son una de las herramientas más importantes de la computación en la nube para optimizar sus recursos. Gracias a este tipo de tecnologías, de un servidor físico se pueden obtener múltiples servidores virtuales, que pueden utilizar diferentes usuarios con sus propios recursos dedicados.
La virtualización saca el máximo partido del hardware redistribuyendo sus recursos de forma óptima entre diferentes usuarios.
Es habitual que las empresas dispongan de servidores locales que excedan sus necesidades, con un consumo extra energético que es innecesario. El cloud computing evita este problema gracias a la virtualización asignando solamente los recursos precisos a las necesidades de cada usuario.
5. Gestión de energía
Los servicios en la nube se hospedan en grandes centros de datos que tienen unas grandes exigencias de consumo energético. Optimizar este consumo en los centros de datos es una de las claves para conseguir que la computación en la nube sea verde y sostenible (uso de energías renovables, optimización de la infraestructura…).
Algunas nuevas tecnologías han presentado una gran eficiencia energética aplicada en la computación en la nube como los Nano Data Centers o los sistemas de escalado dinámico de frecuencia de voltaje.
Reducir el consumo de los recursos TI
Implementar sistemas y políticas de uso de los recursos TI de una empresa es una de las mejores estrategias para ahorrar en el consumo de energía. Son muchas las acciones que se pueden realizar en este aspecto, desde programar el encendido y apagado de los equipos para evitar que estén operativos en periodos donde no se utilizan, hasta activar los modos de suspensión de pantallas, ordenadores y otros dispositivos para que reduzcan su consumo tras un periodo sin ser utilizados, por ejemplo.
Se estima que con este tipo de políticas de uso de sus recursos TI, una empresa puede llegar a reducir su consumo de energía hasta un 25 %.
La reducción de emisiones de CO2 es posible con el uso de servicios en la nube, minimizando el número de equipos, servidores y otros dispositivos que utilizan las empresas de manera local.
La Green IT persigue que las empresas implanten medidas para reducir su huella de carbono reduciendo su consumo eléctrico. Una de las mejores alternativas para conseguirlo es migrar a la nube.